miércoles, 8 de abril de 2009

Cáncer de páncreas

El cáncer de páncreas (adenocarcinoma), es un tumor maligno cuya frecuencia es mayor de la esperada en trabajadores de las industrias del caucho y goma, impresión, petrolífera y química, curtidores de pieles, agricultores, mecánicos y metalúrgicos. Entre los agentes específicos que se han señalado como candidatos a incrementar el riesgo de cáncer de páncreas, se encuentran el amianto (asbesto), los disolventes organoclorados, los plaguicidas, las radiaciones ionizantes y las anilinas. Un reciente metaanálisis sobre la exposición laboral y el cáncer de páncreas (1), destaca, entre otros, los disolventes y los plaguicidas, compuestos químicos organoclorados e hidrocarburos aromáticos policíclicos.

El pasado día 3 de febrero, según la agencia EUROPA PRESS, en el juzgado de lo social de Huesca, se celebró un juicio en el que el sindicato Comisiones Obreras, defendió que el cáncer de páncreas sufrido por un trabajador de la empresa Inquidesa de Monzón, era de origen ocupacional.

http://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=553890

La noticia ha suscitado polémica por ser la primera vez que se plantea en España el reconocimiento del cáncer de páncreas como enfermedad laboral. Algunas noticias de prensa se han limitado a señalar que la empresa Inquidesa se dedicada a la producción de pastillas de cloro para uso higiénico,

http://www.heraldo.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.37846/relcategoria.300

pasando por alto que no es la mera inhalación de los productos finales que fabrica la empresa lo que ha motivado el riesgo, sino la exposición clara y prolongada a compuestos organoclorados durante el proceso de fabricación, como bien argumentó Miquel Porta, experto que actuó como perito y jefe de la Unidad de Epidemiología Clínica y Molecular del Cáncer del Instituto Municipal de Investigación Médica del Hospital del Mar de Barcelona, así como catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Autónoma de Barcelona. Miquel Porta es un investigador de prestigio internacional, coautor de una reciente revisión sobre el tema publicada en la Revista de la Sociedad Catalana de Medicina y Seguridad en el Trabajo:

http://www.scsmt.cat/Upload/Documents/2/2/228.pdf

Por si quedase alguna duda respecto al potencial cancerigeno de los compuestos intermedios durante el proceso de fabricación, también actuó como perito experto en el juicio, el catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Zaragoza, José Santiago Urieta, quien reforzó la hipótesis del origen ocupacional del caso, como así mismo hiciera Miquel Porta.

Respecto de la responsabilidad de Inquidesa, parece existir documentación suficiente sobre las deficientes medidas en materia de prevención de riesgos laborales, en la época en la que el trabajador estuvo prestando servicios en la empresa durante más de 20 años, según esta noticia de prensa:

http://www.heraldo.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.37890


Con independencia de las evidencias científicas, el reconocimiento por primera vez de un caso de cáncer ocupacional en una empresa no es tarea fácil. Mis felicitaciones a los expertos peritos que actuaron en el juicio. Solo queda esperar la valentía suficiente de los jueces que han de emitir su veredicto, precisamente en esta época de crisis con amenazas de expedientes reguladores de empleo, con las que pueden chantajear las empresas a los propios sindicatos encargados de "levantar la liebre".

1.- Ojajärvi A, Partanen T, Ahlbom A, Hakulinen T, Kauppinen T, Weiderpass E, Wesseling C. Estimating the relative risk of pancreatic cancer associated with exposure agents in job title data in a hierarchical Bayesian meta-analysis. Scand J Work Environ Health. 2007 Oct;33(5):325-35.